Fuente: New York Times
Sus asesinos estaban a la espera cuando Jamal Khashoggi ingresó al consulado saudita en Estambul, hace dos semanas. Le cortaron los dedos de la mano durante un interrogatorio; después lo degollaron y desmembraron, según detalles obtenidos de grabaciones de audio del hecho que fueron publicadas en los medios oficiales de Turquía. Más