Rafael Murúa, periodista de 34 años, fue encontrado muerto el domingo 20 de enero tras haber recibido amenazas en el estado de Baja California del Sur, noreste de México. Su asesinato es el primero contabilizado en el país en 2019 y el segundo bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El periodista dirigía Radio Kashana, un medio comunitario en la región norte del estado. Fue reportado como desaparecido desde el sábado 19 de enero hasta la tarde del domingo, cuando lo encontraron muerto en la cuneta de una carretera del municipio de Mulegé.
Según el diario El Universal, el periodista había denunciado amenazas de muerte y hostigamiento. Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras (RSF), después del asesinato confirmado, anunció que Murúa estaba bajo custodia del organismo de protección del gobierno para periodistas y defensores de Derechos Humanos. “Condeno el asesinato del periodista sudcaliforniano Rafael Murúa Manríquez. Mi solidaridad con su familia y el gremio periodístico sudcaliforniano”, escribió en Twitter el gobernador del estado, Carlos Mendoza.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) externó sus condolencias y solidaridad a la familia del periodista y sus compañeros de la radio, para quienes solicitó al Gobierno de Baja California Sur y a la Procuraduría General de Justicia la implementación de medidas cautelares para salvaguardar su vida y seguridad, así como también medidas de contención emocional. El organismo señaló que con este crimen suman 142 periodistas asesinados en México desde el 2000.
FUNDAMEDIOS USA condena el asesinato del periodista Rafael Murúa. Hace un llamado a los organismos internacionales para la realización de una pronta investigación que garantice que el asesinato no se mantenga en la impunidad y los responsables respondan ante la justicia.