El pasado 9 de noviembre, la prensa boliviana oficial e independiente fue atacada en una fuerte jornada de protestas que deja, hasta el momento, tres muertos y más de 400 heridos.
Según información de la Asociación Nacional de Prensa (ANP), la señal del canal privado Unitel fue interrumpida por el ataque de una turba que usó dinamita para derribar las paredes e incendiar los equipos de transmisión del medio instalados en la ciudad de El Alto. El atentado cortó la señal del medio para las ciudades de La Paz y El Alto.
Inicialmente, la acción fue atribuida a sectores que apoyan al presidente Evo Morales. Sin embargo, el Ministerio de Comunicación lo negó. “Pedimos encarecidamente a los jefes de prensa y periodistas de los medios de comunicación y a la opinión pública en general no dejarse llevar por la guerra psicológica de mentiras que los ejecutores del intento de golpe difunden por redes sociales”, señaló el comunicado.
La intervención de la Policía en el sitio del atentado impidió que manifestantes dañen las plantas de emisión de Red Uno y del canal de la universidad estatal, contiguos a Unitel.
De acuerdo a declaraciones de vecinos de la zona recogidos por la prensa boliviana, los atacantes amenazaron a la gente que intentaba filmar los hechos y obligaron a apagar las luces en las viviendas.
Ese mismo día, los trabajadores de Bolivia Tv y de Radio Patria Nueva, ambos medios estatales, denunciaron que fueron retenidos por manifestantes de oposición en el edificio Urbana, en La Paz. «Hemos sido rehenes y ahora estamos afuera, pero vamos a seguir compañeros», dijo, con lágrimas en los ojos, Mónica Pacheco, periodista del canal.
Además, el director de la radio de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, José Aramayo, fue encadenado a un árbol y amenazado con dinamita por vecinos de la zona de Miraflores en la capital.
Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenó estos hechos a través de Twitter. “Recibimos información grave sobre sucesión de agresiones a medios y periodistas en Bolivia. Tanto de partidarios del gobierno y movimiento de oposición. Estos últimos habrían ocupado medios públicos y cortado la transmisión”, manifestó.
FUNDAMEDIOS intentó comunicarse con los involucrados, pero al cierre de la nota no fue posible.
Las manifestaciones en Bolivia se iniciaron el pasado 20 de octubre, cuando se celebraron las elecciones presidenciales. Evo Morales se proclamó vencedor en primera vuelta en los polémicos comicios que, según expertos locales e internacionales, estuvo viciado de errores.