Tras el hallazgo de parte del cráneo de Víctor Fernando Álvarez, director y editor de PuntoXPunto, el pasado 11 de abril en el estado de Guerrero, se filtró una amenaza por WhatsApp a ocho periodistas mexicanos. Esto se atribuye a los presuntos asesinos del periodista, miembros de grupos narcodelictivos.
“Se alinean o los alineamos, ya tenemos identificados bola de extorsionadores que se disfrazan de periodistas como los que andan vendiendo terrenos, carros, robados, plazas y haciéndole al coyote, chingando a medio mundo, bola de mugrosos”, dice una parte del mensaje. Adicionalmente los acusan de ser espías de funcionarios.
Por seguridad, los nombres de los periodistas amenazados fueron revelados; pero, organizaciones de la sociedad civil como la Asociación de Periodistas Desplazados de México exigieron que se dicten medidas cautelares para todos. Trascendió que hay advertencias directas contra dos de ellos, con sus nombres y apellidos.
El 13 de abril varios periodistas decidieron realizar una marcha para exigir al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, que respalde el ejercicio de la libertad de expresión, que se haga justicia y se entregue el cuerpo completo de Álvarez para que la familia pueda velarlo.
Una denuncia anónima publicada en la página de Facebook Información sin censura, dirigida a varias instituciones estatales, indica que el resto del cuerpo del comunicador se encontraría en una zona conocida como El Pochote, a la salida de Acapulco. También responsabiliza del crimen a Marco Rodríguez y Oliver Valle, a pedido de otros narcotraficantes actualmente presos.
Este es el tercer asesinato registrado en 2020. A inicios de enero, el cuerpo de Fidel Ávila, locutor de de la estación La K Buena fue hallado con el estado de Michoacán con disparos. El segundo asesinato fue el de María Elena Ferral, ocurrido el 30 de marzo, en Veracruz.
Desde que el presidente Manuel López Obrador está en el poder, el país azteca suma 15 periodistas asesinados, según medios locales.