El 28 de abril, la reportera del medio cubano El Estornudo, Mónica Baró, denunció en su cuenta de Facebook amenazas en su contra realizadas por un ciudadano y por la Policía. ESto, tras tomar fotografías desde la ventana de su departamento de una aglomeración de personas que hacía cola para ingresar por turnos a un mercado.
“Un hombre que está en la multitud comienza a amenazarme públicamente. Delante de decenas de personas. Yo no le hice una foto a él directamente, porque además hubiera sido imposible, desde un primer piso, con un celular. Me dijo que si veía su foto publicada vendría a buscarme, que sabía donde vivía”, relata la periodista.
La Policía llegó al sitio y Baró explicó que no cometió ningún delito, pero el uniformado también la amenazó y cuestionó sus acciones. “Te voy a sacar, te voy a sacar”, advirtió.
La ganadora del premio Gabriel García Márquez de Periodismo, quien también fue multada el pasado 17 de abril con 3.000 pesos cubanos ($3.200) por sus publicaciones en redes sociales sobre el Decreto 370, afirmó sentirse asustada y en estado de indefensión.
El Decreto, también conocido como Ley Mordaza, entre sus alcances criminaliza el uso de las tecnologías de la comunicación e informática como instrumento en contra de la revolución.
«Yo no he cometido ningún delito. Tienen que parar de criminalizar a las personas por contar lo que ya existe. Tienen que parar. Yo no soy una enemiga, no soy una delincuente», explicó a un medio local. La reportera aseguró que la responsabilidad de la fila de ingreso al mercado es de la Policía y ella cuente lo que sucede en el marco de la pandemia.